“ Y vos, emprendedora serial,
¿sabias que cuando te metías en esto cambiabas tu trabajo de 8 horas por uno 24/7?
Que el aguinaldo se convierte en permitidos de vez en cuando y las vacaciones en una escapada cuando los planetas logran alinearse.
¿Te imaginabas cambiando el menú ejecutivo por yogurts tartas o desayualmuerzo para llegar a entregar y responder todos los pedidos?
¿Te veías leyendo las noticias sobre el dólar más que el grupo de WhatsApp?
¿ le contaste a tus amigas que tuviste que aprender de contabilidad porque aparte de producir, te ocupas vos de tus finanzas?
¿ Tu familia sabe que sos tu departamento de marketing? ¿Que mientras pintas “esas macetitas que vendes” también sos tu propia fotógrafa y community manager?
Que sos tu jefa, tu empleada, tu recepcionista y tu cadete.
. . . Podes guiar el queridísimo Correo Argentino porque ya sabes quien te atiende, quien te da vueltas y a qué hora ir para que en vez de 1 hora demores 45 min, porque esos 15 minutos... esos 15 minutos si que sabemos aprovecharlos.
También diseñas mientras las grandes marcas ya lo hicieron en 12 colores, y te muestran el porque son grandes, y que no suene mal, yo las admiro.
. . también tenes un master sobre cómo lidiar con gente enviada por el mismísimo diablo y con quienes, al parecer, los “buenos días” “buenas tardes” y “gracias” se la llevaron a Marzo.
¿No? ¿No lo contaste? Hacelo!
Emprender requiere esfuerzo y las cosas a veces no salen bien a la primera. No hace falta que todo sea perfecto. No tenes que demostrarle nada a nadie.
Viví tu propio caos como parte del proceso. Abraza los errores y banca los porrazos.
Inflate el pecho.
No estás sola. “